La multiplataforma web Google anunció el año pasado que retrasó sus planes de borrar las cookies de terceros en el navegador web Chrome hasta 2023. Dicha decisión ha conmocionado a la industria en general, ya que se ha incrementado la presión para dejar de lado el uso de cookies de terceros.
Una de las primeras acciones al respecto la protagonizó la empresa Apple, la cual intrudujo diversos cambios en el ID For Advertisers (IDFA) como parte de su actualización de Ios 14.5. Estos cambios exigen que las aplicaciones pidan permiso a los usuarios para recoger y compartir su información personal. Por su parte, los navegadores Mozilla y Firefox anunciaron que dejaron de admitir cookies de terceros para rastrear a sus internautas.
Cambio radical
Debido a que el navegador Chrome de Google representa el mayor tráfico en la web, se aproximan cambios completamente radicales para el uso de las cookies de terceros. El más importante es el crecimiento de la publicidad online, la cual brinda a los usuarios un mayor control de sus datos personales.
La ampliación del plazo de esta variación para el año 2023 fue bien recibida por anunciantes y editores, ya que el tiempo adicional les servirá para adaptarse a la nueva estrategia publicitaria.
Largo proceso
La mutación a una web sin cookies será un proceso largo y continuo que ya está en marcha. El principal objetivo de la eliminación de las cookies de terceros es terminar con la dependencia a esta estrategia de recopilación informática, ya que han sido utilizadas por numerosas empresas de tecnología publicitaria para identificar y segmentar a los usuarios de computadora y dispositivos móviles.
Ante este cambio, las grandes empresas del mercado deben aprovechar las nuevas normas de privacidad para resolver sus problemas relacionados con las cookies de terceros, como carga lenta y la falta de control de datos para las webs de medios de comunicación.